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COMO PROTEGER TU CASA CON JESUCRISTO

DIOS ES EL AMIGO QUE TE ACOMPAÑA SIEMPRE

SÁNAME SEÑOR - DOCE PASOS PARA PEDIR SANACIÓN

SÁNAME SEÑOR - DOCE PASOS PARA PEDIR SANACIÓN

Por el Padre Manuel Rodríguez C.M.F.

Exhortación:
Hermano, hermana:
Te invito en este momento a que te pongas en la presencia de dios, te invito a que te pongas ante JESUCRISTO, porque El está ahí, está delante de ti. El quiere tu bien; El quiere sólo tu bien.
JESUCRISTO ha venido a salvarte a ti, ha venido a perdonarte a ti.

JESUCRISTO ha venido a sanarte a ti, pon toda tu confianza en El; que nada ni nadie te aparte de JESUCRISTO, pon tu mirada en JESUCRISTO, el único salvador, el único. El está presente, vivo y actuante como en Palestina; El quiere salvar. El quiere salvarte a ti, El quiere perdonarte todo, absolutamente todo.

JESUCRISTO, como en palestina, quiere liberarte a ti y JESUCRISTO quiere sanarte a ti; ábrete a JESUCRISTO. El está a la puerta de tu corazón, El sigue diciéndote como en Mateo 11,28: “Vengan a mí, todos los que están cansados, agobiados, afligidos, Yo les voy a aliviar”. Vete a JESÚS, no dudes, ábrete a El, está a la puerta de tu corazón llamando; ahora mismo está, no lo dejes a la puerta, ábrele tu corazón, invítalo a entrar.

“Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Marcos 12:31)
Que Dios Te Bendiga.
Un abrazo
Tu Amigo:
Carlos Félix
jesusnoshabla@gmail.com
alimentoparalamente@hotmail.com

lunes, 6 de octubre de 2008

LA ORACIÓN

LA ORACIÓN

1. LA ORACIÓN DEBE SER FERVIENTE.

3 Volví mi rostro a Dios, el Señor, buscándolo en oración y ruego, en ayuno, ropas ásperas y ceniza.
4 Oré a Jehová, mi Dios, e hice confesión diciendo: “Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos,
5 hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos actuado impíamente, hemos sido rebeldes y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas. Daniel 9:3-5.

9 Después de comer y beber en Silo, Ana se levantó, y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová,
10 ella, con amargura de alma, oró a Jehová y lloró desconsoladamente.
11 E hizo voto diciendo: «¡Jehová de los ejércitos!, si te dignas mirar a la aflicción de tu sierva, te acuerdas de mí y no te olvidas de tu sierva, sino que das a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja por su cabeza».
12 Mientras ella oraba largamente delante de Jehová, Elí observaba sus labios.
13 Pero Ana oraba en silencio y solamente se movían sus labios; su voz no se oía, por lo que Elí la tuvo por ebria.
14 Entonces le dijo Elí:
—¿Hasta cuándo estarás ebria? ¡Digiere tu vino!
15 Pero Ana le respondió:
—No, señor mío; soy una mujer atribulada de espíritu. No he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová. 1 Samuel 1:9-15.

11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no de mal, para daros el fin que esperáis.
12 Entonces me invocaréis. Vendréis y oraréis a mí, y yo os escucharé.
13 Me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. Jeremías 29:11-13.

29 Pero si desde allí buscas a Jehová, tu Dios, lo hallarás, si lo buscas de todo tu corazón y de toda tu alma.
30 Cuando estés en angustia y te alcancen todas estas cosas, si en los últimos días te vuelves a Jehová, tu Dios, y oyes su voz,
31 porque Dios misericordioso es Jehová, tu Dios: No te dejará ni te destruirá ni se olvidará del pacto que juró a tus padres.
Deuteronomio 4:29-31.

44 Lleno de angustia oraba más intensamente, y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.
45 Cuando se levantó de la oración y fue a sus discípulos, los halló durmiendo a causa de la tristeza;
46y les dijo:
—¿Por qué dormís? Levantaos y orad para que no entréis en tentación. Lucas 44:46.

40 Volvió luego a sus discípulos y los halló durmiendo, y dijo a Pedro:
—¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?
41 Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil. Mateo 26:40-41.

2. ¿CUÁNTAS VECES PODEMOS ORAR?

17 En la tarde, al amanecer y al mediodía oraré y clamaré, y él oirá mi voz. Salmos 55:17.

10 Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa; abiertas las ventanas de su habitación que daban a Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, oraba y daba gracias delante de su Dios como solía hacerlo antes.
Daniel 6:10.

1 También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre y no desmayar,
2 diciendo: «Había en una ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre.
3 Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él diciendo: “Hazme justicia de mi adversario”.
4 Él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: “Aunque ni temo a Dios ni tengo respeto a hombre,
5 sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo me agote la paciencia”».
6 Y dijo el Señor: «Oíd lo que dijo el juez injusto.
7 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles?
8 Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿hallará fe en la tierra?». Lucas 18:1-8.

11 En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;
12 gozosos en la esperanza, sufridos en la tribulación, constantes en la oración. Romanos 12:12.

17 Orad sin cesar.
18 Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
19 No apaguéis al Espíritu.
20 No menospreciéis las profecías.
21 Examinadlo todo y retened lo bueno.
22 Absteneos de toda especie de mal. Tesalonicenses 5:17-22.

6 Por nada estéis angustiados, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7.

7 El fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios y velad en oración.
8 Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor, porque el amor cubrirá multitud de pecados. 1 Pedro 4:7-8.

3. JESÚS NOS ENSEÑO A PEDIR.

9 Por eso os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá, 10porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Lucas 11:9-10

41 Se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra, y puesto de rodillas oró,
42 diciendo: «Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya». Lucas 22:41-42.

5 Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
6 Pero pida con fe, no dudando nada, porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. Santiago 1:5

22 Y todo lo que pidáis en oración, creyendo, lo recibiréis. Mateo 21:22.

7 Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis y os será hecho. Juan 15:7.

24 Por tanto, os digo que todo lo que pidáis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
25 Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguien, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas,
26 porque si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas. Marcos11:24-26

21 Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios;
22 y cualquiera cosa que pidamos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos las cosas que son agradables delante de él. 1 Juan 3:21-22

4. ¿EN EL HOMBRE DE QUIEN DEBEMOS ORAR?

16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
17 Esto os mando: Que os améis unos a otros. Juan 15:16-17.

26 »Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
27 Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo desde el principio. Juan 16:26-27

5. ¿DE QUIENES NO OIRA DIOS SU ORACIÓN?

18 Si en mi corazón hubiera yo mirado a la maldad, el Señor no me habría escuchado.
19 Mas ciertamente me escuchó Dios; atendió a la voz de mi súplica.
20 ¡Bendito sea Dios, que no echó de sí mi oración ni de mí su misericordia! Salmos 66:18-20.

1 ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?
2 Codiciáis y no tenéis; matáis y ardéis de envidia y nada podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.
3 Pedís, pero no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. Santiago 4:1-3.

14»Por tanto, si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 15pero si no perdonáis sus ofensas a los hombres, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas. Mateo 6:14-15

9Incluso la oración le es abominable al que aparta su oído para no escuchar la Ley. Proverbios 28:9.

6. LA ORACIÓN EN PRIVADO ES EFICAZ PARA EL CREYENTE.

Sobre la oración
5 »Cuando ores, no seas como los hipócritas, porque ellos aman el orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles para ser vistos por los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
6 Pero tú, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará en público.
7 »Y al orar no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.
8 No os hagáis, pues, semejantes a ellos, porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad antes que vosotros le pidáis.
9 Vosotros, pues, oraréis así:
»“Padre nuestro que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre.
10 Venga tu Reino.
Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
12 Perdónanos nuestras deudas,
como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
13 No nos metas en tentación,
sino líbranos del mal,
porque tuyo es el Reino, el poder y la gloria,
por todos los siglos. Amén”.
14 »Por tanto, si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
15 pero si no perdonáis sus ofensas a los hombres, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas. Mateo 6:5-15.

7. LA ORACIÓN POR LOS ALIMENTOS.

30 Y aconteció que, estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y les dio. Lucas 24:30.

19 También tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo:
—Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. Lucas 22:19.

3 Estos prohibirán casarse y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participaran de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad,
4 porque todo lo que Dios creó es bueno y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias,
5 ya que por la palabra de Dios y por la oración es santificado. 1 Timoteo 4:3-5.

15 Así lo hicieron, haciéndolos sentar a todos.
16 Y tomando los cinco panes y los dos peces, levantó los ojos al cielo, los bendijo, los partió y dio a sus discípulos para que los pusieran delante de la gente.
17 Comieron todos y se saciaron; y recogieron lo que les sobró: doce cestas de pedazos. Lucas 9:15-17.

LA ORACIÓN

La oración es hablar con Dios, con nuestras propias palabras y de acuerdo con nuestras propias necesidades que nos afligen.
La oración es el acto de abrir el corazón a Dios como un amigo: La oración no baja a Dios hasta nosotros, si que nos eleva a nosotros hacia él.
La oración es el deseo ardiente de que toda vida sea luz; de que todo acto sea coronado por el bien, de que toda cosa viviente prospere por nuestra ayuda.
Una acción noble, una palabra de ayuda es oración; es una oración ferviente y afectiva.
La fuente de la oración está en el corazón; por pensamientos, no por palabras, el corazón se eleva a Dios, donde es bendecido. Si es así, oremos.

EL MÉDICO FAMOSO, ALEXIS CARREL DIJO:

“La oración es la más poderosa forma de energía que cabe generar. Es fuerza tan real como la gravedad terrestre. Cómo médico, he visto a hombres que después del fracaso de todos los procedimientos curativos, han vencido la enfermedad y la melancolía por fuerza de la oración”.

Derramad oh señor sobre nuestra Iglesia el Espíritu de oración. Haced que se despierte en las almas, el interés por la oración”. Sucitad maestros y escuelas de oración y habrá en el mundo como una nueva creación y renovaréis la paz de la tierra.

“Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Marcos 12:31)
Que Dios Te Bendiga.
Un abrazo
Tu Amigo:
Carlos Félix
jesusnoshabla@gmail.com

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